sábado, 29 de enero de 2011

contar historias mejora la presión

Contar historias mejoraría el control de la presión
Los efectos del "relato de historias" en el control de la presión.

Medlineplus

Por Amy Norton

NUEVA YORK (Reuters Health) - A las personas que no pueden mantener controlada la presión les haría bien escuchar cómo otros pacientes sobrellevaron el mismo problema, sugieren los resultados preliminares de una nueva investigación.

El estudio, sobre 299 afroamericanos con hipertensión, analizó los efectos del "relato de historias" en el control de la presión. Tres cuartos de los participantes eran mujeres.

Al azar, el equipo le indicó a la mitad de los pacientes mirar tres DVD, en los que otros pacientes, no actores, relataban sus problemas al aprender cómo manejar sus valores de presión. La otra mitad, que no utilizó los DVD, actuó como grupo de comparación.

Los DVD se entregaron al inicio del estudio, a los tres meses y, nuevamente, a los seis meses. Cada tanto, el equipo le preguntaba a los participantes cuánto tiempo le habían dedicado a los DVD: en promedio, respondieron que habían mirado en total unos 90 minutos de videos durante todo el estudio.

Los DVD no influyeron en los pacientes con la presión bajo control, pero sí ayudaron a los que habían comenzado el estudio con hipertensión mal controlada.

En esos hombres y mujeres, la presión sistólica disminuyó 17 puntos a los tres meses y la presión diastólica cayó unos siete puntos, comparado con reducciones de seis y un punto, respectivamente, en los pacientes con presión mal controlada del grupo control.

Los resultados, publicados en Annals of Internal Medicine, sugieren que por lo menos algunos pacientes con hipertensión responderían al relato de personas con los mismos problemas que ellos.

La teoría, dijo el doctor Thomas K. Houston, autor principal del estudio, es que "a mayor representación con el personaje de la historia, mayor compromiso del paciente", a diferencia de oír un "Porque así son las cosas" del médico, planteó Houston, de la Escuela de Medicina de la University of Massachusetts.

El equipo ignora por qué los pacientes que vieron los DVD tendieron a obtener mejores resultados. (De hecho, los autores debieron confiar en la palabra de los pacientes sobre si habían visto o no los DVD).

Los autores hallaron que, entre los seis y los nueve meses después del inicio del estudio, la presión promedio de los pacientes había comenzado a subir, aunque un poco menos en el grupo que había usado los DVD.

"Podríamos anticipar que el beneficio tendería a desaparecer", dijo Houston. Y aclaró que la intervención debería ser sólo un elemento de la atención general de los hipertensos.

"Podría ayudar al mejorar la comunicación entre los pacientes y sus médicos", dijo Houston. En los DVD, uno de los temas tratados era cómo los pacientes habían aprendido a comunicarse mejor con sus médicos.

Un editorial sobre el estudio considera que los resultados "hacen pensar", pero los doctores Kimberly R. Myers y Michael J. Green, de la Escuela de Medicina de Penn State, Hershey, Pennsylvania, aclaran: "Es poco probable que los relatos se vuelvan una parte del tratamiento hasta contar con más pruebas de que su efecto se sostiene en el tiempo y se puede generalizar".

Myers y Green plantean que una gran duda es si las redes sociales en internet, como YouTube y Facebook, servirían para ofrecer relatos de historias con fines médicos.

FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 17 de enero del 2011

sábado, 29 de enero de 2011

contar historias mejora la presión

Contar historias mejoraría el control de la presión
Los efectos del "relato de historias" en el control de la presión.

Medlineplus

Por Amy Norton

NUEVA YORK (Reuters Health) - A las personas que no pueden mantener controlada la presión les haría bien escuchar cómo otros pacientes sobrellevaron el mismo problema, sugieren los resultados preliminares de una nueva investigación.

El estudio, sobre 299 afroamericanos con hipertensión, analizó los efectos del "relato de historias" en el control de la presión. Tres cuartos de los participantes eran mujeres.

Al azar, el equipo le indicó a la mitad de los pacientes mirar tres DVD, en los que otros pacientes, no actores, relataban sus problemas al aprender cómo manejar sus valores de presión. La otra mitad, que no utilizó los DVD, actuó como grupo de comparación.

Los DVD se entregaron al inicio del estudio, a los tres meses y, nuevamente, a los seis meses. Cada tanto, el equipo le preguntaba a los participantes cuánto tiempo le habían dedicado a los DVD: en promedio, respondieron que habían mirado en total unos 90 minutos de videos durante todo el estudio.

Los DVD no influyeron en los pacientes con la presión bajo control, pero sí ayudaron a los que habían comenzado el estudio con hipertensión mal controlada.

En esos hombres y mujeres, la presión sistólica disminuyó 17 puntos a los tres meses y la presión diastólica cayó unos siete puntos, comparado con reducciones de seis y un punto, respectivamente, en los pacientes con presión mal controlada del grupo control.

Los resultados, publicados en Annals of Internal Medicine, sugieren que por lo menos algunos pacientes con hipertensión responderían al relato de personas con los mismos problemas que ellos.

La teoría, dijo el doctor Thomas K. Houston, autor principal del estudio, es que "a mayor representación con el personaje de la historia, mayor compromiso del paciente", a diferencia de oír un "Porque así son las cosas" del médico, planteó Houston, de la Escuela de Medicina de la University of Massachusetts.

El equipo ignora por qué los pacientes que vieron los DVD tendieron a obtener mejores resultados. (De hecho, los autores debieron confiar en la palabra de los pacientes sobre si habían visto o no los DVD).

Los autores hallaron que, entre los seis y los nueve meses después del inicio del estudio, la presión promedio de los pacientes había comenzado a subir, aunque un poco menos en el grupo que había usado los DVD.

"Podríamos anticipar que el beneficio tendería a desaparecer", dijo Houston. Y aclaró que la intervención debería ser sólo un elemento de la atención general de los hipertensos.

"Podría ayudar al mejorar la comunicación entre los pacientes y sus médicos", dijo Houston. En los DVD, uno de los temas tratados era cómo los pacientes habían aprendido a comunicarse mejor con sus médicos.

Un editorial sobre el estudio considera que los resultados "hacen pensar", pero los doctores Kimberly R. Myers y Michael J. Green, de la Escuela de Medicina de Penn State, Hershey, Pennsylvania, aclaran: "Es poco probable que los relatos se vuelvan una parte del tratamiento hasta contar con más pruebas de que su efecto se sostiene en el tiempo y se puede generalizar".

Myers y Green plantean que una gran duda es si las redes sociales en internet, como YouTube y Facebook, servirían para ofrecer relatos de historias con fines médicos.

FUENTE: Annals of Internal Medicine, online 17 de enero del 2011