jueves, 26 de mayo de 2011

"El éxtasis afecta el cerebro"

El uso de éxtasis podría hacer que el cerebro sea menos eficaz
Un investigador señala que los hallazgos sugieren que los cambios podrían ser permanentes.

Medlineplus
 
El uso de la droga ilegal éxtasis se asocia con cambios a largo plazo en la función cerebral, según un estudio reciente.
Investigadores de EE. UU. usaron IRM funcional para comparar la respuesta del cerebro a la estimulación visual en voluntarios entre los 18 y 35 años de edad que habían usado éxtasis, aunque no en un plazo de dos semanas antes del estudio, y personas que nunca habían usado la droga.
Los usuarios de éxtasis con la exposición más alta de por vida a la droga mostraron una activación mayor en tres áreas del cerebro asociadas con el procesamiento visual. Esto sugiere que el uso de éxtasis se asocia con la pérdida de la señalización de la serotonina, lo que resulta en una mayor activación o hiperexcitabilidad del cerebro, apuntaron los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
La hiperexcitabilidad indica una pérdida de eficacia en el cerebro, lo que significa que procesar información o realizar una tarea conlleva más energía cerebral.
En los participantes que habían usado éxtasis durante más de un año, la activación cerebral no volvió a la normalidad tras la estimulación visual usada en el estudio.
"Creemos que este cambio en la excitabilidad cortinal podía ser crónica, duradera e incluso permanente", señaló en un comunicado de prensa de la Vanderbilt el Dr. Ronald Cowan, profesor asociado de psiquiatría. "La pregunta es qué sucederá a sus cerebros a medida que envejezcan en los próximos 60 años".
Los hallazgos aparecen en la edición de mayo de la revista Neuropsychopharmacology.
Unos 14.2 millones de personas a partir de los doce años han usado éxtasis en algún momento de sus vidas en EE. UU., según la Encuesta nacional sobre uso de drogas y salud 2009. Unas 760,000 habían usado la droga el mes antes de ser encuestadas.
FUENTE: Vanderbilt University Medical Center, news release, May 3, 2011

"La obesidad seria genética"


Un gen que sería "llave maestra" de la obesidad
"El KLF14 parece actuar como un proceso de control tipo llave maestra".

Medlineplus
 
LONDRES (Reuters) - Un grupo de investigadores halló que un gen relacionado con la diabetes y el colesterol es una "llave maestra" que controla otros genes que se encuentran en la grasa corporal, lo que ayudaría en la búsqueda de terapias para las enfermedades relacionadas con la obesidad.
En un estudio publicado en la revista Nature Genetics, expertos británicos dijeron que dado que la grasa juega un papel importante en la susceptibilidad de las personas a las enfermedades metabólicas como la obesidad, el gen regulador podría ser un blanco de los fármacos que apunten a tratar estas dolencias.
"Este es el primer estudio importante que muestra cómo pequeños cambios en un gen maestro regulador pueden generar una cascada de efectos metabólicos en otros genes", dijo Tim Spector, del King's College de Londres, quien dirigió el estudio.
En todo el mundo, más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos, son obesos, y la cantidad se duplicó desde la década de 1980, a medida que la epidemia de obesidad se diseminó desde las naciones ricas a las más pobres.
En Estados Unidos, las enfermedades vinculadas con la obesidad ya representan casi el 10 por ciento del gasto médico, lo que equivale a unos 147.000 millones de dólares anuales.
La diabetes tipo 2, que suele estar relacionada con una mala alimentación y falta de ejercicio físico, también está alcanzando niveles epidémicos en todo el mundo, a medida que las tasas de obesidad aumentan.
Científicos ya identificaron un gen llamado KLF14 como ligado a los niveles de colesterol y a la diabetes tipo 2, pero hasta ahora no sabían qué rol jugaba.
El equipo de Spector analizó más de 20.000 genes en muestras de grasa tomadas debajo de la piel de 800 mellizas británicas voluntarias.
Los expertos hallaron una relación entre el gen KLF14 y los niveles de muchos otros genes distantes hallados en el tejido graso, lo que muestra que el KLF14 actúa como una llave maestra de control de esos genes.
Luego, el equipo confirmó sus hallazgos en 600 muestras de grasa de otro grupo de personas de Islandia.
En un informe sobre el estudio, los científicos explicaron que otros genes que controla el KLF14 están relacionados con una serie de características metabólicas, incluido el índice de masa corporal, la obesidad, el colesterol, la insulina y los niveles de glucosa.
"El KLF14 parece actuar como un proceso de control tipo llave maestra, que conecta los cambios en la conducta de la grasa subcutánea con problemas musculares y hepáticos que contribuyen a la diabetes y otras condiciones", dijo Mark McCarthy, de la Oxford University en Gran Bretaña, quien también trabajó en el estudio.
"Estamos trabajando duro (...) para comprender estos procesos y cómo podemos usar esta información para mejorar el tratamiento de estas condiciones", añadió el experto.

 

viernes, 20 de mayo de 2011

"El sorprendente poder de los Placebos"

El "sorprendente" poder de los placebos
Más de 60% de psiquiatras creen que los placebos tienen beneficios.

BBC Mundo
 
Cada vez más médicos -principalmente psiquiatras- utilizan con sus pacientes sustancias inactivas, las llamadas placebos, y creen que éstas sí tienen beneficios.

Esa es la conclusión de un sondeo llevado a cabo con médicos en Canadá que encontró que uno de cada cinco participantes habían recetado a sus pacientes un placebo.
Además, la mayoría de los psiquiatras pensaban que los placebos sí tienen efectos terapéuticos con los pacientes, dice el estudio publicado en Canadian Journal of Psychiatry (Revista Canadiense de Psiquiatría).
Un placebo es una sustancia farmacológica inactiva que se utiliza en los ensayos clínicos como compuestos de control para probar la efectividad de un fármaco activo.
En estos ensayos las personas que toman el placebo no saben que éste es un fármaco falso.
Y desde hace tiempo algunos estudios han mostrado que los compuestos placebo sí pueden tener efectos positivos en ciertos pacientes, principalmente por motivos psicológicos.
Ahora han surgido datos en varios países de que cada vez más médicos parecen estar recetando placebos a algunos de sus pacientes sin que éstos tengan conocimiento.
Efectos terapéuticos
La nueva investigación, llevada a cabo por Amir Raz, profesor de psiquiatría de la Universidad McGill, entrevistó a médicos y psiquiatras de escuelas de medicina de universidades canadienses.
Los resultados mostraron que 20% de los entrevistados habían recetado o administrado un placebo a pacientes y más de 35% informó que había recetado dosis subterapéuticas (menores de las dosis mínimas recomendadas para que funcione el fármaco) para tratar a pacientes.
"La prescripción de pseudoplacebos -los tratamientos que son activos en principio pero que tienen pocas probabilidades de ser efectivos para tratar la enfermedad como, por ejemplo, el uso de vitaminas para tratar insomnio crónico- es mucho más extendida de que pensábamos". Prof. Amir Raz
Tal como explica el profesor Raz el sondeo también fue diseñado para conocer las actitudes de los médicos ante los placebos.
Los resultados mostraron que la mayoría de los psiquiatras participantes (más de 60%) creen que estos compuestos sí tienen efectos terapéuticos en los pacientes.
Sólo 2% de los psiquiatras que participaron en el sondeo no creen que los placebos tienen beneficios clínicos, dice el estudio.
"La prescripción de pseudoplacebos -los tratamientos que son activos en principio pero que tienen pocas probabilidades de ser efectivos para tratar la enfermedad como, por ejemplo, el uso de vitaminas para tratar insomnio crónico- es mucho más extendida de que pensábamos" afirma el doctor Raz.
Según el investigador, también llama la atención que "una proporción significativamente más alta de psiquiatras, entre todos los médicos, parece estar colocando más valor en la influencia que los placebos ejercen en la mente y el cuerpo".
El científico cree que estos resultados muestran la necesidad de llevar a cabo estudios más extensos sobre las actitudes de los médicos ante el uso de placebos, y sobre los posibles beneficios de estas sustancias.
"Aunque la mayoría de los médicos probablemente aprecian los méritos clínicos de los placebos, la falta de normativas y el limitado conocimiento científico, así como las consideraciones éticas, impiden una discusión abierta sobre la posibilidad de reintroducir a los placebos al entorno médico", concluye el investigador.

 

jueves, 19 de mayo de 2011

Trabajar de noche puede causar diabetes y obesidad

Actualmente, los seres humanos nos encontramos expuestos a efectos artificiales, como nuestros sistemas de iluminación, que no corresponden con las condiciones de luz-oscuridad en la naturaleza y nos hacen perder sincronía en nuestros relojes biológicos, lo que puede derivar, incluso, en problemas de salud tales como la obesidad y la diabetes.
Un tema relevante para los cronobiólogos es estudiar cómo las actividades laborales alteran los relojes biológicos, al imponer horarios que son estresantes e incompatibles con las necesidades biológicas de la persona, tal es el caso de las enfermeras, los pilotos o los conductores de camiones.
Hace algunos días, los científicos más importantes en el campo de la cronobiología reunidos en el Tercer Congreso Mundial de esta ciencia en la ciudad de Puebla, coincidieron en que mantener sincronizados nuestros relojes biológicos es positivo para la salud.
En el evento académico, los especialistas intercambiaron conocimientos sobre los mecanismos fisiológicos que subyacen al funcionamiento de los relojes biológicos, además de explorar nuevos caminos para mejorar la salud, la calidad de vida y la preservación de la biodiversidad.
El reloj circadiano 
Uno de los ritmos más importantes para los seres humanos, plantas y animales, es el ciclo de luz-oscuridad. Los seres humanos nos sincronizamos con este ciclo mediante el reloj circadiano, nuestro mecanismo interno que controla los horarios de sueño y otros procesos biológicos, como los horarios de comidas y el funcionamiento del sistema inmune, y nos mantiene en sintonía con los ciclos naturales.
Para que este reloj funcione correctamente, existen complejos mecanismos internos que marcan el paso, como células fotorreceptoras en la retina de nuestros ojos y estructuras cerebrales como el núcleo supraquiasmático. También entran en juego mecanismos externos como la luz del ambiente y los alimentos. Así, nuestro reloj biológico se sincroniza y funciona correctamente.
Recomendaciones de los especialistas
Sobre la importancia de estar sincronizado, Urs Albretch, científico de la University of Fribourg in Switzerland, explicó que el estrés es uno de los factores que llevan a las personas a la desincronización de sus relojes biológicos.
Por esta causa, dijo, muchas veces las personas permanecen despiertas en horas en que deberían estar dormidas, puesto que están despiertas comen, pero lo hacen en el momento incorrecto, cuando el organismo no está preparado para recibir ese alimento.
El especialista en mecanismos moleculares del reloj circadiano recomendó evitar ingerir alimentos cuando una persona debería de estar dormida, y especialmente evitar alimentos dulces y pan blanco, porque inducen altos picos de insulina y desincronizan el metabolismo.
Urs Albrecht resaltó que la luz es una de las más potentes señales sincronizadoras y afirmó que todos deberíamos de pasar, al menos, una hora al día en exterior. La luz natural, detalló, tiene una intensidad de cien mil lux, mientras que la luz artificial tiene solo entre quinientos y mil lux, por eso, la primera ayuda a sincronizarnos con el ciclo natural de luz-oscuridad.
En el tema del ciclo de ayuno y alimentación, Mauricio Díaz Muñoz, investigador del Instituto de Neurobiología de la UNAM, expresó que lo ideal es comer de manera regular, sólo cuando el organismo lo necesita y no ingerir alimentos continuamente, rigiéndonos por inercias sociales.
El biomédico de la UNAM señaló que los experimentos en laboratorio han demostrado que ratas que ingieren la misma cantidad de alimento en diferentes momentos lo procesan de manera distinta. Las ratas que están despiertas y comen en su fase de descanso ganan más peso que las ratas que comen durante su fase de actividad. En los humanos sucede lo mismo, advirtió.
Por su parte, María Luisa Fanjúl, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM y miembro del comité organizador del Congreso Mundial de Cronobiología, comentó que para la ciencia médica es relevante conocer cómo actúan los fármacos desde el punto de vista del tiempo, porque eso permite un mejor uso de las terapias, por ejemplo, en el caso de la quimioterapia contra el cáncer, usarla considerando los ritmos biológicos podría potenciar su efecto.
Otros investigadores, como Luiz Menna, de la Universidad de Sao Paulo en Brasil, dieron algunos consejos para mejorar la sincronización, aún en las circunstancias de la vida moderna.
El científico brasileño consideró que es muy común pensar en el ser humano como una máquina que se prende y se apaga, cuando la realidad es que el cuerpo presenta ritmos y ciclos naturales.
Menna indicó que si tomáramos, por ejemplo, nuestra temperatura corporal 5 o 6 veces al día por un par de semanas y dibujáramos una gráfica con los valores obtenidos, podríamos observar cómo estamos oscilando. En esta gráfica es posible identificar los momentos en los que nos sentimos más despiertos o más activos y somos, por lo tanto, más productivos. La idea de una fatiga lineal durante el día no es real, consideró.
El cronobiólogo también recomendó llevar un diario donde se registren los horarios de sueño. En él sugirió marcar, por ejemplo, cuándo nos quedamos dormidos o los días en que nos desvelamos y anotar la hora en que despertamos al día siguiente, sin olvidar describir como nos sentimos y si despertamos naturalmente o con la ayuda de un despertador.
Este ejercicio, explicó, permitiría encontrar nuestras zonas prohibidas de sueño y vigilia, esos momentos en los que rara vez se está despierto o dormido. Dicho diario serviría también para observar cómo una alteración brusca de los ciclos naturales de sueño, tiene consecuencias en nuestro organismo y en nuestro estado de ánimo.
Los trabajos del Tercer Congreso Mundial de Cronobiología, que reunieron a más de 200 especialistas de 10 naciones del mundo, se llevaron a cabo en el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el apoyo de diversas instituciones de nuestro país.
El comité organizador del Congreso estuvo presidido por el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, a través del investigador Raúl Aguilar Roblero. También participaron en la organización la Coordinación de la Investigación Científica, los institutos de Neurobiología e Investigaciones Biomédicas y la Facultad de Ciencias, todos ellos de la UNAM, así como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Con información de la Dirección de Divulgación de la Ciencia UNAM

 

domingo, 8 de mayo de 2011

vacuna para dejar de fumar


Diseñar una vacuna contra el tabaco está siendo muy complicado. Los resultados de los distintos ensayos sobre la eficacia de estos fármacos, aún en desarrollo, muestran que son seguros, aunque las tasas de eficacia son todavía demasiado bajas. Carlos Jiménez Ruiz, coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), no cree que lleguen antes de unos 10 años.

El tabaquismo es una enfermedad que afecta al 30% de los españoles, pero se puede evitar (y tratar), recuerda el presidente de la Separ, Juan Ruiz Manzano. De ahí las grandes expectativas que levanta la vacuna, no solo entre el sector sanitario o los fumadores, sino también en las farmacéuticas.

El esquema que han seguido las compañías se basa en la siguiente estrategia: bloquear la nicotina (el principal agente adictivo del tabaco) en el torrente sanguíneo para impedir que llegue al cerebro y combatir así la dependencia y el efecto placentero del cigarrillo.

La molécula de nicotina es demasiado pequeña para ser detectada por el sistema inmunitario. Por eso, se cuela a través de la barrera que separa el sistema circulatorio del cerebro. Esta tiene entre sus funciones evitar que las sustancias tóxicas accedan al sistema nervioso central. Allí, la nicotina activa los receptores que desencadenan los procesos de recompensa, adicción y placer típicos del tabaco.

Para evitarlo, las vacunas se fabrican uniendo moléculas de nicotina con un antígeno. Este último puede ser una bacteria, una toxina o proteínas de virus. El propósito es despertar una reacción en el cuerpo para que al detectar este agente extraño estimule la producción de anticuerpos que capturen las pequeñas moléculas de nicotina cuando la persona inmunizada fume. Los anticuerpos unidos a la nicotina forman un ovillo de elevado peso molecular que se queda atrapado en la barrera hematoencefálica y no llega al cerebro.

Esta es la teoría. La práctica indica que aún falta camino por recorrer. Existen distintos trabajos en diferentes etapas de prueba de las vacunas. Los hay en fase III, en la que se compara poblaciones a las que se administra el medicamento con otras que reciben placebo. Uno de los últimos resultados publicados son los referidos a la vacuna en cuyo diseño participa el Instituto Karolinska sueco. Apenas han provocado una respuesta inmunitaria del 20% de los casos. "Los resultados han sido decepcionantes. Se desconoce por qué en algunos casos ha funcionado y en otros no", apunta Carlos Jiménez.

Cuando funciona, el tratamiento previene durante 12 semanas y requiere de dos dosis. Y como buena parte de las vacunas, presenta efectos secundarios. Un 45% de las personas tratadas sintieron en los dos o tres días siguientes procesos similares a los gripales (fiebre, molestias musculares y en las articulaciones). Su utilidad no solo se dirige hacia los fumadores. También tendría eficacia preventiva, de forma que se podría administrar a jóvenes para que no se iniciaran en el hábito o a embarazadas, a quienes además de ayudar a dejar de fumar, protegería al feto al impedir les afectara la nicotina, como destaca Carlos Jiménez.

Pero mientras llega la vacuna, existen otros procedimientos para dejar la adicción. El primero en eficacia es la vareniclina, un fármaco que está disponible en España desde 2007. Este producto tiene una tasa de abandono de entre el 55% y el 60%, según Juan Ruiz Manzano, presidente de la Separ. Como bloquea los receptores cerebrales de la nicotina, impide la sensación placentera del tabaco, y evita las recaídas porque el fumador se queda sin la recompensa que espera con el cigarrillo. Esta sustancia, además, tiene un efecto estimulante, de gran ayuda para combatir la irritabilidad y la ansiedad del síndrome de abstinencia. Es el más caro y un tratamiento rondaría los 200 o 240 euros, "un gasto similar al que destinaría a tabaco el paciente", comenta Jiménez. Un estudio de la Biblioteca Cochrane de 2008 (que revisa los ensayos publicados) concluye que la vareniclina multiplica por tres la probabilidad de dejar de fumar respecto a los placebos.

Otro producto, con porcentajes del 50% de éxito, es el bupropión. Se trata de un antidepresivo del que se advirtió que ayudaba a dejar de fumar al provocar en el sistema nervioso central efectos similares a los de la nicotina.

Junto a ellos, están los tratamientos basados en los sustitutivos de la nicotina: parches, chicles, inhaladores o caramelos con los que progresivamente y de forma controlada, el paciente reduce el consumo de tabaco como paso previo al abandono. Estas terapias, apunta Ruiz Manzano, tienen un 30% de éxito. En el caso de los comprimidos para chupar, hay estudios que demuestran que los fumadores que usan pastillas con nicotina tienen el doble de posibilidades de dejar el tabaco que quienes usan placebo. Los periodos de medicación suelen durar entre ocho y 12 semanas, el tiempo que se tarda en acabar con la dependencia física y dejar al cuerpo limpio de nicotina.

Cuestión distinta es la dependencia psíquica, mucho más variable. "La clave está en el primer año, aunque hay a quien le acompaña toda la vida", apunta Ruiz Manzano. Por ello, de forma paralela, los especialistas apoyan los fármacos con refuerzo psicológico. Estas terapias conductuales resultan esenciales para el éxito del proceso, aunque no bastan por sí solas. "Solo un 5% consigue dejarlo con tratamiento exclusivamente psicológico, una tasa similar a la de los que lo intentan sin ningún tipo de apoyo", comenta el presidente de la Separ. ¿Y las terapias alternativas? "No hay evidencia científica que la hipnosis, acupuntura o los cigarrillos electrónicos funcionen", comenta.

sábado, 7 de mayo de 2011

insulina inhalable basta de inyecciones



Muchos intentos y un gran número de fracasos hacían pensar que esta posibilidad se viera como algo inalcanzable. Ha sido el desarrollo positivo de unos sistemas inhalatorios dirigidos a la patología respiratoria, lo que ha provocado un avance significativo en la posibilidad de administrar insulina por una vía alternativa a la inyectada. Conseguir el tamaño adecuado de la partícula de insulina que permita su absorción a través de pulmón y alcanzar la biodisponibilidad necesaria para que dicha cantidad de insulina genere un descenso de glucosa plasmática, era un reto que hoy técnicamente se podía conseguir. Tan importante como lo anterior era el sistema de difusión por vía inhalatoria que garantizase la correcta aplicación. Tres grandes multinacionales tienen muy avanzadas sus investigaciones sobre la insulina alcanzada. Una de ellas ya ha sido valorada por la FDA de forma positiva. El Endocrinologic and Metabolic Drugs Advisory Committee de la FDA revisó el pasado 8 de Septiembre de forma extensa la documentación disponible sobre la primera insulina inhalada presentada a revisión. Como fruto de la nueva política de transparencia de la FDA, las presentaciones realizadas en dicha evaluación están disponibles de forma pública.

La insulina inhalada empezó a desarrollarse al inicio de los años 70, pero no ha sido hasta el año 2000, con la amplia experiencia desarrollada en terapia inhalada, donde se ha podido utilizar el pulmón como la vía de acceso de la insulina al torrente sanguíneo de forma alternativa a la inyección subcutánea. La insulina humana recombinante inhalada tiene una biodisponibilidad del 10-15%, siendo su dosis equivalente alrededor de 3 veces la de insulina inyectada. Su perfil de acción es el de las insulinas de acción rápida con un mejor control de la glucemia postprandial y menor incidencia de hipoglucemias nocturnas.
El hecho de ser una insulina de acción rápida constituye por sí misma una limitación, compensada parcialmente por su facilidad de uso, a diferencia de la necesidad de realizar múltiples inyecciones subcutáneas. Otro dato positiva sería el hecho de una absorción más rápida por la vía pulmonar que la subcutánea, acercándose más al ideal de rapidez que constituye la liberación fisiológica de insulina en el páncreas normal.
Su desarrollo ha ido dirigido tanto a pacientes con Diabetes tipo 1 y 2, así como en terapia combinada con medicación oral.
Los trabajos publicados (datos hasta 2003) han sido evaluados en la Cochrane Database of Systematic Reviews 2005 Issue 3 (versión española). Se evaluaron 6 ensayos clínicos randomizados, tanto en diabetes tipo 1 y 2. Su duración fue breve (12 a 24 semanas) y realizados de forma abierta. Los resultados sobre hemoglobina glicada son similares en ambos grupos (inyectada e inhalada). Los pacientes manifestaron una mayor satisfacción con la forma inhalada. No se encontraron efectos adversos significativos en este breve seguimiento. La conclusión de los autores estimaba que la insulina inhalada antes de las comida en conjunción con una insulina basal inyectada alcanzaba un control glicémico comparable al régimen de múltiples inyecciones. Recomendaban la necesidad de efectuar un seguimiento de mayor duración sobre los efectos adversos y apuntaba la posibilidad de que, dada la baja biodisponibilidad de la insulina inhalada, eran necesarias dosis más altas y esto podría ser poco coste-efectivo.
La insulina inhalada tiene otros potenciales problemas. Su biodisponibilidad se ve afectada por el Asma (descenso) o el hecho de fumar (incremento). La formación de anticuerpos antiinsulina es mayor con la forma inhalada y existen datos relevantes sobre su efecto en la función pulmonar.
Se ha visto que la insulina inhalada reduce el FEV1 desde las primeras semanas de tratamiento, no progresando a lo largo del tratamiento hasta 2 años. Este hecho ocurre tanto en los pacientes con Diabetes tipo 1 y 2. Al suspender el tratamiento, el descenso se revierte en los estudios de pacientes con diabetes tipo 2 y no es concluyente en los de tipo 1. Este hecho provoca una sombra de duda sobre una terapia inhalada inevitablemente de larga duración. La capacidad de difusión del monóxido de carbono (DLCO) también se ve afectada por la insulina inhalada. La aparición de tos fue el efecto adverso más frecuente.
Como bien sabemos, la terapia inhalada requiere un entrenamiento por parte del paciente para adecuar su técnica, y de esta manera saber que al administrar una dosis de insulina, ésa es la dosis de insulina que el paciente recibe, algo que no se cuestiona en la vía inyectada.
Las expectativas teóricas que presenta una forma de administrar la insulina distinta a la inyectada son enormes, pero su exclusiva acción rápida provocaría que los diabéticos tipo 1 difícilmente podrán abandonar la necesidad de administrar subcutáneamente una o dos dosis de insulina basal. Los diabéticos tipo 2 junto a terapia oral se podrían ver beneficiados de un uso conjunto.
Aún así, todavía hay áreas de estudio que la insulina inhalada debe despejar antes de ser una alternativa válida, segura y efectiva. Del coste, mejor no decir nada por ahora.

jueves, 5 de mayo de 2011

Cirugía Plástica y Medicina Estética (palermo)

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Blefaroplastías (cirugía de parpados)
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martes, 3 de mayo de 2011

el corazón podría recuperarse de un infarto

Investigadores suecos han comprobado una propiedad controvertida del corazón humano, el ritmo al cual las células musculares se renuevan durante la vida de una persona.


Este hallazgo refuta lo que era la creencia convencional: que el corazón no puede producir nuevas células musculares y, por lo tanto, las personas mueren con el mismo corazón con el que nacieron.

A los 25 años, alrededor del 1% de las células cardíacas se renuevan anualmente, y ese ritmo cae a menos del 0,5% anual a los 75 años, concluyó el equipo conducido por el doctor Jonas Frisen, del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

Esto significa que alrededor de la mitad de las células musculares del corazón se renuevan a lo largo de una vida normal.

Estamos sin duda ante uno de los más importantes trabajos de la medicina cardiovascular en años, ayudando a resolver una antigua controversia acerca de si el corazón humano tiene la capacidad de regenerarse.

Si el corazón puede renovar sus células, podremos en un futuro generar medicamentos que aceleren el proceso, ya que el corazón no alcanza a reemplazar las células que mueren durante un ataque cardíaco.

Fuente: La Nación

jueves, 26 de mayo de 2011

"El éxtasis afecta el cerebro"

El uso de éxtasis podría hacer que el cerebro sea menos eficaz
Un investigador señala que los hallazgos sugieren que los cambios podrían ser permanentes.

Medlineplus
 
El uso de la droga ilegal éxtasis se asocia con cambios a largo plazo en la función cerebral, según un estudio reciente.
Investigadores de EE. UU. usaron IRM funcional para comparar la respuesta del cerebro a la estimulación visual en voluntarios entre los 18 y 35 años de edad que habían usado éxtasis, aunque no en un plazo de dos semanas antes del estudio, y personas que nunca habían usado la droga.
Los usuarios de éxtasis con la exposición más alta de por vida a la droga mostraron una activación mayor en tres áreas del cerebro asociadas con el procesamiento visual. Esto sugiere que el uso de éxtasis se asocia con la pérdida de la señalización de la serotonina, lo que resulta en una mayor activación o hiperexcitabilidad del cerebro, apuntaron los investigadores del Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt.
La hiperexcitabilidad indica una pérdida de eficacia en el cerebro, lo que significa que procesar información o realizar una tarea conlleva más energía cerebral.
En los participantes que habían usado éxtasis durante más de un año, la activación cerebral no volvió a la normalidad tras la estimulación visual usada en el estudio.
"Creemos que este cambio en la excitabilidad cortinal podía ser crónica, duradera e incluso permanente", señaló en un comunicado de prensa de la Vanderbilt el Dr. Ronald Cowan, profesor asociado de psiquiatría. "La pregunta es qué sucederá a sus cerebros a medida que envejezcan en los próximos 60 años".
Los hallazgos aparecen en la edición de mayo de la revista Neuropsychopharmacology.
Unos 14.2 millones de personas a partir de los doce años han usado éxtasis en algún momento de sus vidas en EE. UU., según la Encuesta nacional sobre uso de drogas y salud 2009. Unas 760,000 habían usado la droga el mes antes de ser encuestadas.
FUENTE: Vanderbilt University Medical Center, news release, May 3, 2011

"La obesidad seria genética"


Un gen que sería "llave maestra" de la obesidad
"El KLF14 parece actuar como un proceso de control tipo llave maestra".

Medlineplus
 
LONDRES (Reuters) - Un grupo de investigadores halló que un gen relacionado con la diabetes y el colesterol es una "llave maestra" que controla otros genes que se encuentran en la grasa corporal, lo que ayudaría en la búsqueda de terapias para las enfermedades relacionadas con la obesidad.
En un estudio publicado en la revista Nature Genetics, expertos británicos dijeron que dado que la grasa juega un papel importante en la susceptibilidad de las personas a las enfermedades metabólicas como la obesidad, el gen regulador podría ser un blanco de los fármacos que apunten a tratar estas dolencias.
"Este es el primer estudio importante que muestra cómo pequeños cambios en un gen maestro regulador pueden generar una cascada de efectos metabólicos en otros genes", dijo Tim Spector, del King's College de Londres, quien dirigió el estudio.
En todo el mundo, más de 500 millones de personas, o uno de cada 10 adultos, son obesos, y la cantidad se duplicó desde la década de 1980, a medida que la epidemia de obesidad se diseminó desde las naciones ricas a las más pobres.
En Estados Unidos, las enfermedades vinculadas con la obesidad ya representan casi el 10 por ciento del gasto médico, lo que equivale a unos 147.000 millones de dólares anuales.
La diabetes tipo 2, que suele estar relacionada con una mala alimentación y falta de ejercicio físico, también está alcanzando niveles epidémicos en todo el mundo, a medida que las tasas de obesidad aumentan.
Científicos ya identificaron un gen llamado KLF14 como ligado a los niveles de colesterol y a la diabetes tipo 2, pero hasta ahora no sabían qué rol jugaba.
El equipo de Spector analizó más de 20.000 genes en muestras de grasa tomadas debajo de la piel de 800 mellizas británicas voluntarias.
Los expertos hallaron una relación entre el gen KLF14 y los niveles de muchos otros genes distantes hallados en el tejido graso, lo que muestra que el KLF14 actúa como una llave maestra de control de esos genes.
Luego, el equipo confirmó sus hallazgos en 600 muestras de grasa de otro grupo de personas de Islandia.
En un informe sobre el estudio, los científicos explicaron que otros genes que controla el KLF14 están relacionados con una serie de características metabólicas, incluido el índice de masa corporal, la obesidad, el colesterol, la insulina y los niveles de glucosa.
"El KLF14 parece actuar como un proceso de control tipo llave maestra, que conecta los cambios en la conducta de la grasa subcutánea con problemas musculares y hepáticos que contribuyen a la diabetes y otras condiciones", dijo Mark McCarthy, de la Oxford University en Gran Bretaña, quien también trabajó en el estudio.
"Estamos trabajando duro (...) para comprender estos procesos y cómo podemos usar esta información para mejorar el tratamiento de estas condiciones", añadió el experto.

 

viernes, 20 de mayo de 2011

"El sorprendente poder de los Placebos"

El "sorprendente" poder de los placebos
Más de 60% de psiquiatras creen que los placebos tienen beneficios.

BBC Mundo
 
Cada vez más médicos -principalmente psiquiatras- utilizan con sus pacientes sustancias inactivas, las llamadas placebos, y creen que éstas sí tienen beneficios.

Esa es la conclusión de un sondeo llevado a cabo con médicos en Canadá que encontró que uno de cada cinco participantes habían recetado a sus pacientes un placebo.
Además, la mayoría de los psiquiatras pensaban que los placebos sí tienen efectos terapéuticos con los pacientes, dice el estudio publicado en Canadian Journal of Psychiatry (Revista Canadiense de Psiquiatría).
Un placebo es una sustancia farmacológica inactiva que se utiliza en los ensayos clínicos como compuestos de control para probar la efectividad de un fármaco activo.
En estos ensayos las personas que toman el placebo no saben que éste es un fármaco falso.
Y desde hace tiempo algunos estudios han mostrado que los compuestos placebo sí pueden tener efectos positivos en ciertos pacientes, principalmente por motivos psicológicos.
Ahora han surgido datos en varios países de que cada vez más médicos parecen estar recetando placebos a algunos de sus pacientes sin que éstos tengan conocimiento.
Efectos terapéuticos
La nueva investigación, llevada a cabo por Amir Raz, profesor de psiquiatría de la Universidad McGill, entrevistó a médicos y psiquiatras de escuelas de medicina de universidades canadienses.
Los resultados mostraron que 20% de los entrevistados habían recetado o administrado un placebo a pacientes y más de 35% informó que había recetado dosis subterapéuticas (menores de las dosis mínimas recomendadas para que funcione el fármaco) para tratar a pacientes.
"La prescripción de pseudoplacebos -los tratamientos que son activos en principio pero que tienen pocas probabilidades de ser efectivos para tratar la enfermedad como, por ejemplo, el uso de vitaminas para tratar insomnio crónico- es mucho más extendida de que pensábamos". Prof. Amir Raz
Tal como explica el profesor Raz el sondeo también fue diseñado para conocer las actitudes de los médicos ante los placebos.
Los resultados mostraron que la mayoría de los psiquiatras participantes (más de 60%) creen que estos compuestos sí tienen efectos terapéuticos en los pacientes.
Sólo 2% de los psiquiatras que participaron en el sondeo no creen que los placebos tienen beneficios clínicos, dice el estudio.
"La prescripción de pseudoplacebos -los tratamientos que son activos en principio pero que tienen pocas probabilidades de ser efectivos para tratar la enfermedad como, por ejemplo, el uso de vitaminas para tratar insomnio crónico- es mucho más extendida de que pensábamos" afirma el doctor Raz.
Según el investigador, también llama la atención que "una proporción significativamente más alta de psiquiatras, entre todos los médicos, parece estar colocando más valor en la influencia que los placebos ejercen en la mente y el cuerpo".
El científico cree que estos resultados muestran la necesidad de llevar a cabo estudios más extensos sobre las actitudes de los médicos ante el uso de placebos, y sobre los posibles beneficios de estas sustancias.
"Aunque la mayoría de los médicos probablemente aprecian los méritos clínicos de los placebos, la falta de normativas y el limitado conocimiento científico, así como las consideraciones éticas, impiden una discusión abierta sobre la posibilidad de reintroducir a los placebos al entorno médico", concluye el investigador.

 

jueves, 19 de mayo de 2011

Trabajar de noche puede causar diabetes y obesidad

Actualmente, los seres humanos nos encontramos expuestos a efectos artificiales, como nuestros sistemas de iluminación, que no corresponden con las condiciones de luz-oscuridad en la naturaleza y nos hacen perder sincronía en nuestros relojes biológicos, lo que puede derivar, incluso, en problemas de salud tales como la obesidad y la diabetes.
Un tema relevante para los cronobiólogos es estudiar cómo las actividades laborales alteran los relojes biológicos, al imponer horarios que son estresantes e incompatibles con las necesidades biológicas de la persona, tal es el caso de las enfermeras, los pilotos o los conductores de camiones.
Hace algunos días, los científicos más importantes en el campo de la cronobiología reunidos en el Tercer Congreso Mundial de esta ciencia en la ciudad de Puebla, coincidieron en que mantener sincronizados nuestros relojes biológicos es positivo para la salud.
En el evento académico, los especialistas intercambiaron conocimientos sobre los mecanismos fisiológicos que subyacen al funcionamiento de los relojes biológicos, además de explorar nuevos caminos para mejorar la salud, la calidad de vida y la preservación de la biodiversidad.
El reloj circadiano 
Uno de los ritmos más importantes para los seres humanos, plantas y animales, es el ciclo de luz-oscuridad. Los seres humanos nos sincronizamos con este ciclo mediante el reloj circadiano, nuestro mecanismo interno que controla los horarios de sueño y otros procesos biológicos, como los horarios de comidas y el funcionamiento del sistema inmune, y nos mantiene en sintonía con los ciclos naturales.
Para que este reloj funcione correctamente, existen complejos mecanismos internos que marcan el paso, como células fotorreceptoras en la retina de nuestros ojos y estructuras cerebrales como el núcleo supraquiasmático. También entran en juego mecanismos externos como la luz del ambiente y los alimentos. Así, nuestro reloj biológico se sincroniza y funciona correctamente.
Recomendaciones de los especialistas
Sobre la importancia de estar sincronizado, Urs Albretch, científico de la University of Fribourg in Switzerland, explicó que el estrés es uno de los factores que llevan a las personas a la desincronización de sus relojes biológicos.
Por esta causa, dijo, muchas veces las personas permanecen despiertas en horas en que deberían estar dormidas, puesto que están despiertas comen, pero lo hacen en el momento incorrecto, cuando el organismo no está preparado para recibir ese alimento.
El especialista en mecanismos moleculares del reloj circadiano recomendó evitar ingerir alimentos cuando una persona debería de estar dormida, y especialmente evitar alimentos dulces y pan blanco, porque inducen altos picos de insulina y desincronizan el metabolismo.
Urs Albrecht resaltó que la luz es una de las más potentes señales sincronizadoras y afirmó que todos deberíamos de pasar, al menos, una hora al día en exterior. La luz natural, detalló, tiene una intensidad de cien mil lux, mientras que la luz artificial tiene solo entre quinientos y mil lux, por eso, la primera ayuda a sincronizarnos con el ciclo natural de luz-oscuridad.
En el tema del ciclo de ayuno y alimentación, Mauricio Díaz Muñoz, investigador del Instituto de Neurobiología de la UNAM, expresó que lo ideal es comer de manera regular, sólo cuando el organismo lo necesita y no ingerir alimentos continuamente, rigiéndonos por inercias sociales.
El biomédico de la UNAM señaló que los experimentos en laboratorio han demostrado que ratas que ingieren la misma cantidad de alimento en diferentes momentos lo procesan de manera distinta. Las ratas que están despiertas y comen en su fase de descanso ganan más peso que las ratas que comen durante su fase de actividad. En los humanos sucede lo mismo, advirtió.
Por su parte, María Luisa Fanjúl, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM y miembro del comité organizador del Congreso Mundial de Cronobiología, comentó que para la ciencia médica es relevante conocer cómo actúan los fármacos desde el punto de vista del tiempo, porque eso permite un mejor uso de las terapias, por ejemplo, en el caso de la quimioterapia contra el cáncer, usarla considerando los ritmos biológicos podría potenciar su efecto.
Otros investigadores, como Luiz Menna, de la Universidad de Sao Paulo en Brasil, dieron algunos consejos para mejorar la sincronización, aún en las circunstancias de la vida moderna.
El científico brasileño consideró que es muy común pensar en el ser humano como una máquina que se prende y se apaga, cuando la realidad es que el cuerpo presenta ritmos y ciclos naturales.
Menna indicó que si tomáramos, por ejemplo, nuestra temperatura corporal 5 o 6 veces al día por un par de semanas y dibujáramos una gráfica con los valores obtenidos, podríamos observar cómo estamos oscilando. En esta gráfica es posible identificar los momentos en los que nos sentimos más despiertos o más activos y somos, por lo tanto, más productivos. La idea de una fatiga lineal durante el día no es real, consideró.
El cronobiólogo también recomendó llevar un diario donde se registren los horarios de sueño. En él sugirió marcar, por ejemplo, cuándo nos quedamos dormidos o los días en que nos desvelamos y anotar la hora en que despertamos al día siguiente, sin olvidar describir como nos sentimos y si despertamos naturalmente o con la ayuda de un despertador.
Este ejercicio, explicó, permitiría encontrar nuestras zonas prohibidas de sueño y vigilia, esos momentos en los que rara vez se está despierto o dormido. Dicho diario serviría también para observar cómo una alteración brusca de los ciclos naturales de sueño, tiene consecuencias en nuestro organismo y en nuestro estado de ánimo.
Los trabajos del Tercer Congreso Mundial de Cronobiología, que reunieron a más de 200 especialistas de 10 naciones del mundo, se llevaron a cabo en el Complejo Cultural Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con el apoyo de diversas instituciones de nuestro país.
El comité organizador del Congreso estuvo presidido por el Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, a través del investigador Raúl Aguilar Roblero. También participaron en la organización la Coordinación de la Investigación Científica, los institutos de Neurobiología e Investigaciones Biomédicas y la Facultad de Ciencias, todos ellos de la UNAM, así como la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Con información de la Dirección de Divulgación de la Ciencia UNAM

 

domingo, 8 de mayo de 2011

vacuna para dejar de fumar


Diseñar una vacuna contra el tabaco está siendo muy complicado. Los resultados de los distintos ensayos sobre la eficacia de estos fármacos, aún en desarrollo, muestran que son seguros, aunque las tasas de eficacia son todavía demasiado bajas. Carlos Jiménez Ruiz, coordinador del área de tabaquismo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), no cree que lleguen antes de unos 10 años.

El tabaquismo es una enfermedad que afecta al 30% de los españoles, pero se puede evitar (y tratar), recuerda el presidente de la Separ, Juan Ruiz Manzano. De ahí las grandes expectativas que levanta la vacuna, no solo entre el sector sanitario o los fumadores, sino también en las farmacéuticas.

El esquema que han seguido las compañías se basa en la siguiente estrategia: bloquear la nicotina (el principal agente adictivo del tabaco) en el torrente sanguíneo para impedir que llegue al cerebro y combatir así la dependencia y el efecto placentero del cigarrillo.

La molécula de nicotina es demasiado pequeña para ser detectada por el sistema inmunitario. Por eso, se cuela a través de la barrera que separa el sistema circulatorio del cerebro. Esta tiene entre sus funciones evitar que las sustancias tóxicas accedan al sistema nervioso central. Allí, la nicotina activa los receptores que desencadenan los procesos de recompensa, adicción y placer típicos del tabaco.

Para evitarlo, las vacunas se fabrican uniendo moléculas de nicotina con un antígeno. Este último puede ser una bacteria, una toxina o proteínas de virus. El propósito es despertar una reacción en el cuerpo para que al detectar este agente extraño estimule la producción de anticuerpos que capturen las pequeñas moléculas de nicotina cuando la persona inmunizada fume. Los anticuerpos unidos a la nicotina forman un ovillo de elevado peso molecular que se queda atrapado en la barrera hematoencefálica y no llega al cerebro.

Esta es la teoría. La práctica indica que aún falta camino por recorrer. Existen distintos trabajos en diferentes etapas de prueba de las vacunas. Los hay en fase III, en la que se compara poblaciones a las que se administra el medicamento con otras que reciben placebo. Uno de los últimos resultados publicados son los referidos a la vacuna en cuyo diseño participa el Instituto Karolinska sueco. Apenas han provocado una respuesta inmunitaria del 20% de los casos. "Los resultados han sido decepcionantes. Se desconoce por qué en algunos casos ha funcionado y en otros no", apunta Carlos Jiménez.

Cuando funciona, el tratamiento previene durante 12 semanas y requiere de dos dosis. Y como buena parte de las vacunas, presenta efectos secundarios. Un 45% de las personas tratadas sintieron en los dos o tres días siguientes procesos similares a los gripales (fiebre, molestias musculares y en las articulaciones). Su utilidad no solo se dirige hacia los fumadores. También tendría eficacia preventiva, de forma que se podría administrar a jóvenes para que no se iniciaran en el hábito o a embarazadas, a quienes además de ayudar a dejar de fumar, protegería al feto al impedir les afectara la nicotina, como destaca Carlos Jiménez.

Pero mientras llega la vacuna, existen otros procedimientos para dejar la adicción. El primero en eficacia es la vareniclina, un fármaco que está disponible en España desde 2007. Este producto tiene una tasa de abandono de entre el 55% y el 60%, según Juan Ruiz Manzano, presidente de la Separ. Como bloquea los receptores cerebrales de la nicotina, impide la sensación placentera del tabaco, y evita las recaídas porque el fumador se queda sin la recompensa que espera con el cigarrillo. Esta sustancia, además, tiene un efecto estimulante, de gran ayuda para combatir la irritabilidad y la ansiedad del síndrome de abstinencia. Es el más caro y un tratamiento rondaría los 200 o 240 euros, "un gasto similar al que destinaría a tabaco el paciente", comenta Jiménez. Un estudio de la Biblioteca Cochrane de 2008 (que revisa los ensayos publicados) concluye que la vareniclina multiplica por tres la probabilidad de dejar de fumar respecto a los placebos.

Otro producto, con porcentajes del 50% de éxito, es el bupropión. Se trata de un antidepresivo del que se advirtió que ayudaba a dejar de fumar al provocar en el sistema nervioso central efectos similares a los de la nicotina.

Junto a ellos, están los tratamientos basados en los sustitutivos de la nicotina: parches, chicles, inhaladores o caramelos con los que progresivamente y de forma controlada, el paciente reduce el consumo de tabaco como paso previo al abandono. Estas terapias, apunta Ruiz Manzano, tienen un 30% de éxito. En el caso de los comprimidos para chupar, hay estudios que demuestran que los fumadores que usan pastillas con nicotina tienen el doble de posibilidades de dejar el tabaco que quienes usan placebo. Los periodos de medicación suelen durar entre ocho y 12 semanas, el tiempo que se tarda en acabar con la dependencia física y dejar al cuerpo limpio de nicotina.

Cuestión distinta es la dependencia psíquica, mucho más variable. "La clave está en el primer año, aunque hay a quien le acompaña toda la vida", apunta Ruiz Manzano. Por ello, de forma paralela, los especialistas apoyan los fármacos con refuerzo psicológico. Estas terapias conductuales resultan esenciales para el éxito del proceso, aunque no bastan por sí solas. "Solo un 5% consigue dejarlo con tratamiento exclusivamente psicológico, una tasa similar a la de los que lo intentan sin ningún tipo de apoyo", comenta el presidente de la Separ. ¿Y las terapias alternativas? "No hay evidencia científica que la hipnosis, acupuntura o los cigarrillos electrónicos funcionen", comenta.

sábado, 7 de mayo de 2011

insulina inhalable basta de inyecciones



Muchos intentos y un gran número de fracasos hacían pensar que esta posibilidad se viera como algo inalcanzable. Ha sido el desarrollo positivo de unos sistemas inhalatorios dirigidos a la patología respiratoria, lo que ha provocado un avance significativo en la posibilidad de administrar insulina por una vía alternativa a la inyectada. Conseguir el tamaño adecuado de la partícula de insulina que permita su absorción a través de pulmón y alcanzar la biodisponibilidad necesaria para que dicha cantidad de insulina genere un descenso de glucosa plasmática, era un reto que hoy técnicamente se podía conseguir. Tan importante como lo anterior era el sistema de difusión por vía inhalatoria que garantizase la correcta aplicación. Tres grandes multinacionales tienen muy avanzadas sus investigaciones sobre la insulina alcanzada. Una de ellas ya ha sido valorada por la FDA de forma positiva. El Endocrinologic and Metabolic Drugs Advisory Committee de la FDA revisó el pasado 8 de Septiembre de forma extensa la documentación disponible sobre la primera insulina inhalada presentada a revisión. Como fruto de la nueva política de transparencia de la FDA, las presentaciones realizadas en dicha evaluación están disponibles de forma pública.

La insulina inhalada empezó a desarrollarse al inicio de los años 70, pero no ha sido hasta el año 2000, con la amplia experiencia desarrollada en terapia inhalada, donde se ha podido utilizar el pulmón como la vía de acceso de la insulina al torrente sanguíneo de forma alternativa a la inyección subcutánea. La insulina humana recombinante inhalada tiene una biodisponibilidad del 10-15%, siendo su dosis equivalente alrededor de 3 veces la de insulina inyectada. Su perfil de acción es el de las insulinas de acción rápida con un mejor control de la glucemia postprandial y menor incidencia de hipoglucemias nocturnas.
El hecho de ser una insulina de acción rápida constituye por sí misma una limitación, compensada parcialmente por su facilidad de uso, a diferencia de la necesidad de realizar múltiples inyecciones subcutáneas. Otro dato positiva sería el hecho de una absorción más rápida por la vía pulmonar que la subcutánea, acercándose más al ideal de rapidez que constituye la liberación fisiológica de insulina en el páncreas normal.
Su desarrollo ha ido dirigido tanto a pacientes con Diabetes tipo 1 y 2, así como en terapia combinada con medicación oral.
Los trabajos publicados (datos hasta 2003) han sido evaluados en la Cochrane Database of Systematic Reviews 2005 Issue 3 (versión española). Se evaluaron 6 ensayos clínicos randomizados, tanto en diabetes tipo 1 y 2. Su duración fue breve (12 a 24 semanas) y realizados de forma abierta. Los resultados sobre hemoglobina glicada son similares en ambos grupos (inyectada e inhalada). Los pacientes manifestaron una mayor satisfacción con la forma inhalada. No se encontraron efectos adversos significativos en este breve seguimiento. La conclusión de los autores estimaba que la insulina inhalada antes de las comida en conjunción con una insulina basal inyectada alcanzaba un control glicémico comparable al régimen de múltiples inyecciones. Recomendaban la necesidad de efectuar un seguimiento de mayor duración sobre los efectos adversos y apuntaba la posibilidad de que, dada la baja biodisponibilidad de la insulina inhalada, eran necesarias dosis más altas y esto podría ser poco coste-efectivo.
La insulina inhalada tiene otros potenciales problemas. Su biodisponibilidad se ve afectada por el Asma (descenso) o el hecho de fumar (incremento). La formación de anticuerpos antiinsulina es mayor con la forma inhalada y existen datos relevantes sobre su efecto en la función pulmonar.
Se ha visto que la insulina inhalada reduce el FEV1 desde las primeras semanas de tratamiento, no progresando a lo largo del tratamiento hasta 2 años. Este hecho ocurre tanto en los pacientes con Diabetes tipo 1 y 2. Al suspender el tratamiento, el descenso se revierte en los estudios de pacientes con diabetes tipo 2 y no es concluyente en los de tipo 1. Este hecho provoca una sombra de duda sobre una terapia inhalada inevitablemente de larga duración. La capacidad de difusión del monóxido de carbono (DLCO) también se ve afectada por la insulina inhalada. La aparición de tos fue el efecto adverso más frecuente.
Como bien sabemos, la terapia inhalada requiere un entrenamiento por parte del paciente para adecuar su técnica, y de esta manera saber que al administrar una dosis de insulina, ésa es la dosis de insulina que el paciente recibe, algo que no se cuestiona en la vía inyectada.
Las expectativas teóricas que presenta una forma de administrar la insulina distinta a la inyectada son enormes, pero su exclusiva acción rápida provocaría que los diabéticos tipo 1 difícilmente podrán abandonar la necesidad de administrar subcutáneamente una o dos dosis de insulina basal. Los diabéticos tipo 2 junto a terapia oral se podrían ver beneficiados de un uso conjunto.
Aún así, todavía hay áreas de estudio que la insulina inhalada debe despejar antes de ser una alternativa válida, segura y efectiva. Del coste, mejor no decir nada por ahora.

jueves, 5 de mayo de 2011

Cirugía Plástica y Medicina Estética (palermo)

Implantes Mamarios
Rinoplastias (cirugía de nariz)
Blefaroplastías (cirugía de parpados)
Lifting (rejuvenecimiento facial)
Abdominoplastía
Lipoescultura Laser
Bioestimulación con plasma rico en plaquetas
Radiofrecuencia tratamiento facial y corporal para rejuvenecimiento y flacidez
Ultracavitador ultrasonido para adiposidad localizada y celulitis
Luz Pulsada Intensa tratamiento para depilación definitiva y reducción de manchas y arrugas
Botox
Relleno de surcos










En constante investigación y desarrollo para brindarle los últimos avances en cirugía y estética Medica
con seriedad y respeto por el paciente



Innovación e Investigación
Dra Maria de Lourdes Duarte medica especialista en cirugía plastica reparadora
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martes, 3 de mayo de 2011

el corazón podría recuperarse de un infarto

Investigadores suecos han comprobado una propiedad controvertida del corazón humano, el ritmo al cual las células musculares se renuevan durante la vida de una persona.


Este hallazgo refuta lo que era la creencia convencional: que el corazón no puede producir nuevas células musculares y, por lo tanto, las personas mueren con el mismo corazón con el que nacieron.

A los 25 años, alrededor del 1% de las células cardíacas se renuevan anualmente, y ese ritmo cae a menos del 0,5% anual a los 75 años, concluyó el equipo conducido por el doctor Jonas Frisen, del Instituto Karolinska, de Estocolmo.

Esto significa que alrededor de la mitad de las células musculares del corazón se renuevan a lo largo de una vida normal.

Estamos sin duda ante uno de los más importantes trabajos de la medicina cardiovascular en años, ayudando a resolver una antigua controversia acerca de si el corazón humano tiene la capacidad de regenerarse.

Si el corazón puede renovar sus células, podremos en un futuro generar medicamentos que aceleren el proceso, ya que el corazón no alcanza a reemplazar las células que mueren durante un ataque cardíaco.

Fuente: La Nación