02 AGO 11 | ¿Qué cantidad es necesaria?
Frutas y verduras: ¿pueden salvar vidas?
Un informe de la OMS y FAO señala que la inclusión de 400 gramos diarios de frutas y verduras podría contribuir a la prevención de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y algunas formas de cáncer.
Agencia CyTA-Instituto Leloir
Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres, informaron desde la sede argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Y agregaron que se calcula que cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas en el mundo si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) publicado recientemente recomienda como objetivo poblacional la ingesta de un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras (excluidas las patatas y otros tubérculos feculentos) para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad, así como para prevenir y mitigar varias carencias de micronutrientes, sobre todo en los países menos desarrollados.
Asimismo revelan que “el consumo actual estimado de frutas y verduras es muy variable en todo el mundo, oscilando entre 100 gramos por día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 gramos diarios en Europa Occidental.”
“El hecho de que las personas coman pocas frutas y verduras responde a múltiples factores, entre ellos, el alto costo de las mismas; su poca disponibilidad –en algunos lugares hay que viajar para conseguirlas-, la escasa diversidad en la oferta según la región, la falta de propaganda sobre sus propiedades protectoras y de ofertas por temporada, además de que se dañan más rápidamente, exigen lavarlas y consumirlas en un tiempo corto luego de ser adquiridas, y su ingesta no está incorporada culturalmente”, enumeró Marcia Moreira, epidemióloga de la OPS/OMS en Argentina a través de un comunicado de prensa de dicho organismo.
La ingesta variada de frutas y verduras garantiza un consumo suficiente de la mayoría de los micronutrientes, de fibra dietética y de una serie de sustancias no nutrientes esenciales.
“Básicamente el grupo de verduras y frutas protegen de lo que se denomina ‘ el hambre oculta’. Se trata de la carencia de minerales y vitaminas, no de calorías. Es por ello que no es evidente y generalmente permanece subdiagnosticado. Este tipo de carencia se da no solo en nichos de pobreza sino en todos los estratos sociales”, explicó a la Agencia CyTA la doctora Mónica Katz, co-directora de la Carrera de Especialista en Nutrición con Orientación en Obesidad de la Universidad Favaloro. Y agregó: “Un elemento clave que aportan son los antioxidantes. Son bioflavonoides que contienen los vegetales con propiedades anticáncer y antiaging (antienvejecimiento).”
De acuerdo con la especialista los antioxidantes combate el daño que producen los radicales libres. “Los radicales libres responsables de la oxidación son entidades altamente inestables con un electrón no apareado en la órbita externa, que se vuelven estables aceptando o donando un electrón. Participan en reacciones en cadena autocatalíticas que propagan el daño atacando al organismo en distintos niveles: grasas, proteínas y genes.”
Cuando los radicales libres atacan a las proteínas generan envejecimiento y enfermedades degenerativas, explica la doctora Katz. Y continua: “Cuando actúan sobre los genes, es mayor el riesgo de desarrollar tumores. Las patologías mas frecuentes son Parkinson, arteriosclerosis, diabetes, obesidad, inflamación/infección, isquemia de reperfusión y la carcinogénesis. En este sentido la optimización de la ingesta de micronutrientes podría tener un gran impacto en la prevención de las enfermedades degenerativas.”
Por otra parte, el aumento de su consumo puede ayudar a desplazar los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal.
OPS-Argentina informó que se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo aproximadamente un 19 por ciento de los cánceres gastrointestinales, un 31 por ciento de las cardiopatías isquémicas y un 11 por ciento de los accidentes vasculares cerebrales.
Frutas y verduras: ¿pueden salvar vidas?
Un informe de la OMS y FAO señala que la inclusión de 400 gramos diarios de frutas y verduras podría contribuir a la prevención de enfermedades crónicas como las cardiovasculares y algunas formas de cáncer.
Agencia CyTA-Instituto Leloir
Las frutas y las verduras son componentes esenciales de una dieta saludable, y un consumo diario suficiente podría contribuir a la prevención de enfermedades importantes, como las cardiovasculares y algunos cánceres, informaron desde la sede argentina de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Y agregaron que se calcula que cada año podrían salvarse 1,7 millones de vidas en el mundo si se aumentara lo suficiente el consumo de frutas y verduras.
Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización para la Agricultura y la Alimentación de las Naciones Unidas (FAO) publicado recientemente recomienda como objetivo poblacional la ingesta de un mínimo de 400 gramos diarios de frutas y verduras (excluidas las patatas y otros tubérculos feculentos) para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías, el cáncer, la diabetes o la obesidad, así como para prevenir y mitigar varias carencias de micronutrientes, sobre todo en los países menos desarrollados.
Asimismo revelan que “el consumo actual estimado de frutas y verduras es muy variable en todo el mundo, oscilando entre 100 gramos por día en los países menos desarrollados y aproximadamente 450 gramos diarios en Europa Occidental.”
“El hecho de que las personas coman pocas frutas y verduras responde a múltiples factores, entre ellos, el alto costo de las mismas; su poca disponibilidad –en algunos lugares hay que viajar para conseguirlas-, la escasa diversidad en la oferta según la región, la falta de propaganda sobre sus propiedades protectoras y de ofertas por temporada, además de que se dañan más rápidamente, exigen lavarlas y consumirlas en un tiempo corto luego de ser adquiridas, y su ingesta no está incorporada culturalmente”, enumeró Marcia Moreira, epidemióloga de la OPS/OMS en Argentina a través de un comunicado de prensa de dicho organismo.
La ingesta variada de frutas y verduras garantiza un consumo suficiente de la mayoría de los micronutrientes, de fibra dietética y de una serie de sustancias no nutrientes esenciales.
“Básicamente el grupo de verduras y frutas protegen de lo que se denomina ‘ el hambre oculta’. Se trata de la carencia de minerales y vitaminas, no de calorías. Es por ello que no es evidente y generalmente permanece subdiagnosticado. Este tipo de carencia se da no solo en nichos de pobreza sino en todos los estratos sociales”, explicó a la Agencia CyTA la doctora Mónica Katz, co-directora de la Carrera de Especialista en Nutrición con Orientación en Obesidad de la Universidad Favaloro. Y agregó: “Un elemento clave que aportan son los antioxidantes. Son bioflavonoides que contienen los vegetales con propiedades anticáncer y antiaging (antienvejecimiento).”
De acuerdo con la especialista los antioxidantes combate el daño que producen los radicales libres. “Los radicales libres responsables de la oxidación son entidades altamente inestables con un electrón no apareado en la órbita externa, que se vuelven estables aceptando o donando un electrón. Participan en reacciones en cadena autocatalíticas que propagan el daño atacando al organismo en distintos niveles: grasas, proteínas y genes.”
Cuando los radicales libres atacan a las proteínas generan envejecimiento y enfermedades degenerativas, explica la doctora Katz. Y continua: “Cuando actúan sobre los genes, es mayor el riesgo de desarrollar tumores. Las patologías mas frecuentes son Parkinson, arteriosclerosis, diabetes, obesidad, inflamación/infección, isquemia de reperfusión y la carcinogénesis. En este sentido la optimización de la ingesta de micronutrientes podría tener un gran impacto en la prevención de las enfermedades degenerativas.”
Por otra parte, el aumento de su consumo puede ayudar a desplazar los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares o sal.
OPS-Argentina informó que se calcula que la ingesta insuficiente de frutas y verduras causa en todo el mundo aproximadamente un 19 por ciento de los cánceres gastrointestinales, un 31 por ciento de las cardiopatías isquémicas y un 11 por ciento de los accidentes vasculares cerebrales.
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