Tiene una precisión del 90%, y podría ayuda al desarrollo de terapias eficientes contra esta enfermedad
Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha descubierto y validado un test de sangre que puede predecir con más de un 90% de exactitud si una persona sana va a desarrollar deterioro cognitivo leve o la enfermedad de Alzheimer en los tres años siguientes.
Los científicos calculan que la prueba podría estar lista para su aplicación clínica en sólo dos años. Un equipo de investigadores de Estados Unidos ha descubierto y validado un test de sangre que puede predecir con más de un 90% de exactitud si una persona sana va a desarrollar deterioro cognitivo leve o la enfermedad de Alzheimer en los próximos tres años.
Descrito en la edición de abril de la revista Nature Medicine, el presente estudio sugiere la posibilidad de desarrollar estrategias precoces de tratamiento para la enfermedad de Alzheimer, más eficaces para retrasar o prevenir la aparición de los primeros síntomas.
Este sería el primer informe conocido sobre biomarcadores sanguíneos del Alzheimer preclínico, según publica el Centro de Médico de la Universidad de Georgetown (GUMC), en el que se realizó la investigación en un comunicado.
Posibles terapias en estadio preclínico En general, los biomarcadores son sustancias utilizadas como indicadores de un estado biológico concreto. Pueden encontrarse a nivel molecular, bioquímico o celular. En el presente examen se identificaron en concreto 10 lípidos o sustancias grasas en la sangre que predicen el inicio de un deterioro cognitivo.
El test derivado podría estar listo para su uso en estudios clínicos en tan sólo dos años. "Nuestra prueba de sangre ofrece la posibilidad de identificar a las personas en situación de riesgo de deterioro cognitivo progresivo y puede transformar la forma en que pacientes, familiares y médicos planifican y gestionan el trastorno", afirma el autor del estudio Howard J. Federoff, neurólogo del GUMC.
Por ahora, no existe cura ni tratamiento efectivo para la enfermedad de Alzheimer, que a nivel mundial afecta a más de 35 millones personas, según la Organización Mundial de la Salud. Además, se prevé que el número de afectados se duplique en 20 años, y que alcance los 115,4 millones de pacientes en el mundo en 2050.
En España, padecen esta enfermedad 1,2 millones de personas. Federoff explica que ha habido muchos esfuerzos por desarrollar fármacos para frenar o revertir la progresión de la enfermedad de Alzheimer, pero todos ellos han fracasado. Según él, una de las razones de este fracaso podría ser que los tratamientos farmacológicos se aplican demasiado tarde en el proceso de la enfermedad. "El estado preclínico del Alzheimer ofrece una oportunidad de intervenir para modificar el trastorno a tiempo. Biomarcadores como los que hemos hallado definen el período asintomático de este trastorno, y podrían ser clave para el éxito del desarrollo y la aplicación de las terapias”, asegura el investigador.