sábado, 29 de diciembre de 2012

"Verano sol y sus cuidados"

Los especialistas enfatizan que el 80 por ciento de las radiaciones absorbidas durante toda la vida se producen durante la infancia y la adolescencia. Agencia CyTA – Instituto Leloir Un estudio publicado en Archivos Argentinos de Pediatría revela que es bajo el porcentaje de adolescentes deportistas que se protegen del sol. Pese a que la exposición solar excesiva es el principal factor ambiental en el desarrollo de cáncer de piel, un alto porcentaje de adolescentes que practican deporte al aire libre y que se encuentran bajo una intensa exposición a los rayos ultravioletas, no utiliza cremas de protección solar. Tras encuestar a 554 adolescentes de entre 11 a 18 años –seleccionados de un universo conformado por cerca de 19 mil adolescentes deportistas, varones y mujeres que asistieron a los Torneos Bonaerenses realizados en la ciudad de Mar del Plata en octubre de 2006-, investigadores de Hospital de Niños “Pedro de Elizalde” y del Servicio de Dermatología del Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” observaron que sólo el 26 por ciento había llevado protector solar al torneo. Los resultados del estudio fueron publicados recientemente en Archivos Argentinos de Pediatría. De la cuarta parte de los participantes que llevó consigo el protector solar al certamen, menos del 7 por ciento refirió aplicárselo de rutina antes de la competencia o prácticas deportivas. Asimismo la investigación revela que el 45 por ciento de los adolescentes encuestados refirió que el grado de fotoprotección utilizado le era indiferente. Con respecto a la elección del mejor factor de protección solar (PS), el 4 por ciento consideró que entre 2 y 8 era apropiado, un 10 por ciento prefirió el factor entre 8 y 15, el 21 por ciento entre 15 y 30 y el 20 por ciento más de 30, mientras que la casi mitad de los adolescentes –el 45 por ciento- refirió que el grado de PS le era indiferente. El uso de sombrero como método de protección solar se halló en un 40,3 por ciento de los varones y 32,3 por ciento de las mujeres. Cremas de protección solar Los filtros solares son sustancias que, cuando son incorporadas en formulaciones adecuadas reducen los efectos nocivos del sol sobre la piel. “En términos generales se puede decir que aquellos protectores con factor 8 o menos, brindan una protección a las radiaciones ultravioletas B baja y aquellos mayores de 30, muy alta”, afirmó una de las autoras del estudio, la doctora María Marta Buján, médica pediatra y dermatóloga infantil que se desempeña como concurrente del Servicio de Dermatología del Hospital Garrahan. Y agregó que la elección del protector solar depende no sólo del factor, sino de la presencia de otras variables como la protección para las radiaciones ultravioletas y la resistencia o no al agua, entre otras. Por otro lado existen numerosas situaciones que interfieren en la eficacia de los protectores solares, como la cantidad aplicada, la frecuencia de reaplicación del fotoprotector y la importancia de aplicarlos en todo el cuerpo sin olvidar zonas como párpados, orejas o empeines, indicó la especialista. Si bien los protectores solares son de venta libre y de fácil acceso, Buján subraya que se debe realizar una consulta al dermatólogo para que éste le recomiende el apropiado según su tipo de piel y actividades. Bronceado El estudio –publicado en Archivos Argentinos de Pediatría – también revela que los varones fueron los que más creían que un buen bronceado era signo de salud y las mujeres las que más asociaron el bronceado como signo de belleza. “Lamentablemente existe en nuestra sociedad una falsa idea de bronceado como sinónimo de salud y de belleza. Es por esto, que se deben realizar campañas destinadas a este grupo etario donde las apariencias, la influencia del medio y la mirada de sus pares son muy importantes”, enfatizó la especialista. En este estudio, los adolescentes deportistas tuvieron una baja adherencia a la utilización del protector solar, a pesar de que la mayoría de ellos había padecido quemaduras solares recientes, afirmaron los autores del estudio. Pese a que el 73 por ciento de los adolescentes había sufrido al menos una quemadura solar el verano anterior, el porcentaje de los adolescentes encuestados que usaban protección solar era muy reducido. “Lo que pudimos observar es que mientras estos adolescentes eran niños, sus padres sí les aplicaban el protector solar de rutina. Sin embargo, al crecer y entrar en la adolescencia, no adoptaron dicha práctica como propia, ocasionándoles quemaduras. Creemos que parte puede ser por cuestiones estéticas y en parte porque los adolescentes suelen estar en una etapa donde creen que no corren riesgos”, destacó la doctora Buján quien explicó que el horario en la época estival durante el cual los rayos ultravioletas son más dañinos es entre las 10 y 17 horas. A largo plazo “Lamentablemente sino cambian su actitud en torno al sol, muchos de los jóvenes que no se cuidan estarían en riesgo de padecer un cáncer cutáneo en su adultez”, aseguró la doctora Buján. Y agregó: “La educación debería comenzar lo más temprano posible, pues alrededor del 80 por ciento de las radiaciones absorbidas durante toda la vida se producen durante la infancia y la adolescencia”. Asimismo la especialista consideró que es altamente recomendable que se desarrollen campañas específicas para los adolescentes ya que la mayoría de los estudios reflejan que los niños tienen actitudes positivas de fotoprotección, las cuales comienzan a debilitarse al llegar a la adolescencia. “En este sentido es menester desarrollar nuevas estrategias que ayuden a reforzar la actitud positiva adquirida en su infancia”, subrayó. Y concluyó: “El uso del protector solar es solamente una herramienta más en la fotoprotección. El aplicarnos de rutina un protector solar debe acompañarse también del uso de ropa adecuada, sombreros y anteojos.” En el estudio también participaron el doctor Jorge Laffargue del Hospital de Niños “Pedro de Elizalde”, y los doctores Javier Merediz y Adrián Pierini del Servicio de Dermatología. Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”.

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sábado, 29 de diciembre de 2012

"Verano sol y sus cuidados"

Los especialistas enfatizan que el 80 por ciento de las radiaciones absorbidas durante toda la vida se producen durante la infancia y la adolescencia. Agencia CyTA – Instituto Leloir Un estudio publicado en Archivos Argentinos de Pediatría revela que es bajo el porcentaje de adolescentes deportistas que se protegen del sol. Pese a que la exposición solar excesiva es el principal factor ambiental en el desarrollo de cáncer de piel, un alto porcentaje de adolescentes que practican deporte al aire libre y que se encuentran bajo una intensa exposición a los rayos ultravioletas, no utiliza cremas de protección solar. Tras encuestar a 554 adolescentes de entre 11 a 18 años –seleccionados de un universo conformado por cerca de 19 mil adolescentes deportistas, varones y mujeres que asistieron a los Torneos Bonaerenses realizados en la ciudad de Mar del Plata en octubre de 2006-, investigadores de Hospital de Niños “Pedro de Elizalde” y del Servicio de Dermatología del Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan” observaron que sólo el 26 por ciento había llevado protector solar al torneo. Los resultados del estudio fueron publicados recientemente en Archivos Argentinos de Pediatría. De la cuarta parte de los participantes que llevó consigo el protector solar al certamen, menos del 7 por ciento refirió aplicárselo de rutina antes de la competencia o prácticas deportivas. Asimismo la investigación revela que el 45 por ciento de los adolescentes encuestados refirió que el grado de fotoprotección utilizado le era indiferente. Con respecto a la elección del mejor factor de protección solar (PS), el 4 por ciento consideró que entre 2 y 8 era apropiado, un 10 por ciento prefirió el factor entre 8 y 15, el 21 por ciento entre 15 y 30 y el 20 por ciento más de 30, mientras que la casi mitad de los adolescentes –el 45 por ciento- refirió que el grado de PS le era indiferente. El uso de sombrero como método de protección solar se halló en un 40,3 por ciento de los varones y 32,3 por ciento de las mujeres. Cremas de protección solar Los filtros solares son sustancias que, cuando son incorporadas en formulaciones adecuadas reducen los efectos nocivos del sol sobre la piel. “En términos generales se puede decir que aquellos protectores con factor 8 o menos, brindan una protección a las radiaciones ultravioletas B baja y aquellos mayores de 30, muy alta”, afirmó una de las autoras del estudio, la doctora María Marta Buján, médica pediatra y dermatóloga infantil que se desempeña como concurrente del Servicio de Dermatología del Hospital Garrahan. Y agregó que la elección del protector solar depende no sólo del factor, sino de la presencia de otras variables como la protección para las radiaciones ultravioletas y la resistencia o no al agua, entre otras. Por otro lado existen numerosas situaciones que interfieren en la eficacia de los protectores solares, como la cantidad aplicada, la frecuencia de reaplicación del fotoprotector y la importancia de aplicarlos en todo el cuerpo sin olvidar zonas como párpados, orejas o empeines, indicó la especialista. Si bien los protectores solares son de venta libre y de fácil acceso, Buján subraya que se debe realizar una consulta al dermatólogo para que éste le recomiende el apropiado según su tipo de piel y actividades. Bronceado El estudio –publicado en Archivos Argentinos de Pediatría – también revela que los varones fueron los que más creían que un buen bronceado era signo de salud y las mujeres las que más asociaron el bronceado como signo de belleza. “Lamentablemente existe en nuestra sociedad una falsa idea de bronceado como sinónimo de salud y de belleza. Es por esto, que se deben realizar campañas destinadas a este grupo etario donde las apariencias, la influencia del medio y la mirada de sus pares son muy importantes”, enfatizó la especialista. En este estudio, los adolescentes deportistas tuvieron una baja adherencia a la utilización del protector solar, a pesar de que la mayoría de ellos había padecido quemaduras solares recientes, afirmaron los autores del estudio. Pese a que el 73 por ciento de los adolescentes había sufrido al menos una quemadura solar el verano anterior, el porcentaje de los adolescentes encuestados que usaban protección solar era muy reducido. “Lo que pudimos observar es que mientras estos adolescentes eran niños, sus padres sí les aplicaban el protector solar de rutina. Sin embargo, al crecer y entrar en la adolescencia, no adoptaron dicha práctica como propia, ocasionándoles quemaduras. Creemos que parte puede ser por cuestiones estéticas y en parte porque los adolescentes suelen estar en una etapa donde creen que no corren riesgos”, destacó la doctora Buján quien explicó que el horario en la época estival durante el cual los rayos ultravioletas son más dañinos es entre las 10 y 17 horas. A largo plazo “Lamentablemente sino cambian su actitud en torno al sol, muchos de los jóvenes que no se cuidan estarían en riesgo de padecer un cáncer cutáneo en su adultez”, aseguró la doctora Buján. Y agregó: “La educación debería comenzar lo más temprano posible, pues alrededor del 80 por ciento de las radiaciones absorbidas durante toda la vida se producen durante la infancia y la adolescencia”. Asimismo la especialista consideró que es altamente recomendable que se desarrollen campañas específicas para los adolescentes ya que la mayoría de los estudios reflejan que los niños tienen actitudes positivas de fotoprotección, las cuales comienzan a debilitarse al llegar a la adolescencia. “En este sentido es menester desarrollar nuevas estrategias que ayuden a reforzar la actitud positiva adquirida en su infancia”, subrayó. Y concluyó: “El uso del protector solar es solamente una herramienta más en la fotoprotección. El aplicarnos de rutina un protector solar debe acompañarse también del uso de ropa adecuada, sombreros y anteojos.” En el estudio también participaron el doctor Jorge Laffargue del Hospital de Niños “Pedro de Elizalde”, y los doctores Javier Merediz y Adrián Pierini del Servicio de Dermatología. Hospital Nacional de Pediatría “Prof. Dr. Juan P. Garrahan”.

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